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miércoles, 14 de noviembre de 2007


Resulta curioso donde puede encontrar cada uno la felicidad.
Yo cierro los ojos y me imagino tirando la mosca a la orilla de un rio, debe ser mayo o junio y la vegetación exultante inunda de verde la ribera, no, creo que no llueve pero un manto de blancas nubes de esas que abundan en mi tierra retienen lo calurosos rayos del Dios sol.
Yo en lo mas alto de la torrentera comienzo a pescar despacito, con calma, rio abajo hasta acabar la hechada.
En mi cabeza solo hay sitio para mi rio y en cada lance trato de imaginar la deriva de mi mosca, tras cada piedra, tras cada rama imagino que un pez toma mi mosca, lo veo una y mil veces, apareceria de pronto y en un tiron de la linea quedaria prendido, una y mil veces imagino la batalla y trato de imaginar donde al final y rendido mi mano agarraria su cola.
Sonrio, sonrio y sigo pescando, esta vez si, esta vez es la buena.
Esto va dedicado para todos aquellos que independientemente de la modalidad de pesca que practiquen encuentran la felicidad caña en mano y a la orilla de un rio, para todos aquellos cuyo universo es un pez que se debate al otro extremo de la caña, para todos aquellos que cierran los ojos y sonrien imaginandose en su rio.
Ah, amigo galego, recibi tu correo, agradezco tus palabras, te deseo dias de fortuna y espero que consigas el lance perfecto, aquel que al conseguirlo te reporte el pez de tus sueños.
Un saludo de este ahora tu amigo.

1 comentario:

Cormo dijo...

Míticas aguas del Narcea

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